1. 1 Elige qué hierba es la más adecuada para tu clima. Según el lugar donde vives, te irá mejor con algunas variedades de hierbas que con otras. Las hierbas se encuentran en dos categorías básicas: la estación cálida y la estación fría.[1] • Las hierbas de estación cálida son capaces de sobrevivir a un verano inclemente y tienden a desarrollarse bien en las zonas tropicales y en zonas climáticas como las de los estados sureños de Estados Unidos. Elige variedades como Bermuda, San Agustín y Kikuyo.[2] • Las hierbas de estación fría soportan el frío mucho mejor que las de estación cálida. Pueden tolerar temperaturas bajo cero y algo de sequía. No esperes que sobrevivan al calor o que pasen más de 4 semanas sin agua. Por ejemplo, el pasto azul de Kentucky es una hierba de estación fría muy conocida.[3] 2. 2 Determina el momento más adecuado para empezar. Si optas por una hierba de estación cálida, plántala a finales de la primavera. Si escoges una hierba de estación fría, plántala a finales del verano o inicios de otoño.[4] • Si vas a plantar a partir de tepes, no importa mucho la época del año, pero el verano puede seguir siendo muy caliente. 3. 3 Prueba el suelo. Antes de empezar a plantar la hierba, debes asegurarte de que el suelo se encuentre en buenas condiciones. Una buena idea es probar el suelo. Dicha prueba te permitirá saber la cantidad y el tipo de fertilizante que debes usar.[5] • Es difícil modificar el suelo de un césped establecido.[6] • Si necesitas agregar fertilizante, aplícalo en los primeros 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas).[7] 4. 4 Prepara el suelo. Este es un paso crucial. La preparación del suelo es la parte más importante para garantizar el crecimiento de un césped sano. El objetivo es que la tierra sea suelta, rica en materia orgánica y capaz de retener la humedad al mismo tiempo que la drena adecuadamente.[8] • Despeja la zona de las malezas, rocas y raíces. Con la ayuda de una pala, desentierra cualquier objeto grande que se encuentre en la zona donde vas a plantar la hierba. Asegúrate de quitar por completo las raíces de la maleza.[9] • Es posible que necesites usar un herbicida químico para eliminar por completo la maleza. Si es así, consulta las instrucciones del fabricante para saber la cantidad que debes usar.[10] • Ara la tierra con la mano o un motocultor, según el tamaño de la zona. Esta es la oportunidad ideal para incorporar compost u otros nutrientes a la tierra.[11] • Agrega yeso a la tierra para mejorar el drenaje.[12] 5. 5 Nivela la zona. Una vez que hayas terminado de despejar y arar la zona, estará lista para nivelarla. Usa un rastrillo y alisa toda la zona. Rellena los puntos bajos y rompe los grumos restantes.[13] • Mientras nivelas la zona, es buena idea dejar una pendiente lejos de los cimientos de la casa. Dejar una pendiente permitirá evitar problemas de escurrimiento de agua en el futuro.[14]